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¿Por qué a la hora de escribir textos comerciales buscas los perifollos?

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Es curioso, pero aún hay empresas que piensan que para vender sus productos y servicios en internet tienen que escribir textos comerciales con palabras rebuscadas. Creen así que su audiencia les verá como profesionales del sector.

¿Te pasa lo mismo a ti?

Hasta cierto punto es comprensible. Trasladar a papel la conversación que tienes de tú a tú con un cliente para presentarte o cerrar una venta, no es fácil.

Todo lo que quieres decir está en tu cabeza y cuando llega la hora de hacerle esa misma propuesta por escrito, las palabras no fluyen igual que cuando estás frente a él.

Al final acabas redactando textos comerciales con palabras rimbombantes que no te representan, vacíos de significado, y que dan vueltas sobre un mismo concepto sin aportar nada nuevo.

Mira este ejemplo. En internet aún hay textos como el de aquí abajo en multitud de páginas de servicios de empresas, da igual el sector.

Somos profesionales con perfiles multidisciplinares que componemos una firma de servicios jurídicos del más alto nivel. En nuestra empresa no solo somos un despacho multidisciplinar de abogados, somos una unión de profesionales”

¿Unión de profesionales? ¿Multidisciplinar? ¿Alto nivel?

Y… ¿dónde queda el cliente?

Piénsalo bien, cuando tienes un problema o necesidad y buscas ayuda, te gusta que la persona a la que acudes te:

  • Aporte una solución.
  • Hable a ti, con naturalidad, de forma clara, sencilla y directa.
  • Transmita seguridad.

Por lo tanto, antes de ponerte a escribir, conoce a fondo a tu cliente, dirígete a él en su mismo idioma, muéstrate como eres y sacude sus emociones, porque estas serán las que le lleven a realizar la acción que tú quieres que haga.

Con textos como el de arriba, lo única reacción que conseguirás en tu cliente es la de bostezar.

Para ello.

No confundas reiterar, con redundar

San Google, dios de las búsquedas en internet lo tiene muy claro: Redundancia sí, reiteración no.

La redundancia atrae, la reiteración cansa y distrae. Escribe con naturalidad, sin artificios.

Reiterar es repetir el concepto una y otra vez. Redundar es insistir, persuadir, es decir, hacer hincapié en un concepto, pero avanzando sobre lo dicho, profundizando.

Elabora textos comerciales a prueba de escaneos

Di la verdad, seguro que a ti también te pasa.

Tienes ante ti un texto sin apenas formato y denso, lo primero que haces es una lectura de barrido general, parándote en aquellos párrafos que más te llaman la atención, es decir, los que mejor estructurados están.

Si en el texto no te ayudan a que la lectura sea más amena y rápida, por mucho que te interese el tema terminas por abandonar ¿no es así?

Pues lo mismo le puede ocurrir a tu cliente.

Su capacidad de atención es limitada. De todos los mensajes que envíes es muy probable que solo se quede con uno, así que pónselo fácil para captar su atención.

Para ello, dales ritmo a tus textos y añade:

  • Títulos y subtítulos que impacten y respondan a preguntas que se hagan tus clientes.
  • Frases largas combinadas con cortas para dinamizar la lectura.
  • Viñetas que ayuden a organizar las ideas que son complejas.
  • Llamadas a la acción que inviten a tu cliente a reflexionar y participar.
  • Recursos estilísticos que den vida a tus textos: preguntas, citas, diálogos…

Dile alto y claro a tu cliente cuál es el siguiente paso que debe realizar

Imagínate una pista de aterrizaje bien iluminada y señalizada, pues así debe encontrar el camino tu cliente hacia la acción que quieres que realice.

Llamar, rellenar un formulario, suscribirse… Díselo, sin rodeos, no le marees con datos e información irrelevantes.

Tu cliente tiene un problema, tú la solución, dile entonces qué es lo que tiene que hacer para conseguirla.

Cuánto más claro esté el paso a paso hasta el objetivo que quieres que realice, menos objeciones tendrá quién lo emprende.

Dos claves para que tus textos de venta muevan ficha en tu negocio

Ya te hemos comentado que escribir con naturalidad, sin artificios, es la forma de establecer una mejor conexión con tus clientes potenciales.

Y si en tus textos incluyes palabras más precisas que genéricas y argumentas los beneficios que proporcionan tus productos o servicios en vez de enumerar sus características, aportarás motivos suficientes para que tu audiencia te compre y no pase de largo.

¿Cómo lo ves, fácil o complicado? Todo es ponerse, pero si necesitas ayuda para dar un giro a tus textos, hablemos.

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